domingo, 30 de septiembre de 2018

Cine y literatura (y 7): Entrevista con Antonio Ungar


El autor de Tres ataúdes blancos, que ganó el premio Herralde de novela en 2010, responde el cuestionario de G Jaramillo Rojas sobre las relaciones entre el cine y la literatura.

El escritor Antonio Ungar. Foto tomada de la página del sello editorial Anagrama.

Por G JARAMILLO ROJAS*

G JARAMILLO ROJAS: ¿Cuál fue la primera película que viste en un cine?
La primera que recuerdo es Annie. Seguramente hubo otras antes.

¿Cómo ha sido tu relación con el cine a lo largo de los años?
Muy estrecha. Tanto o más que mi relación con la literatura. He aprendido cómo estructurar y contar historias gracias al cine.

¿Crees que lo cinematográfico y lo literario están profundamente hermanados y condenados a encontrarse, o hay caminos propios de cada uno donde el otro lenguaje no tiene cabida?
Son distintas formas de contar historias. Por supuesto que cada una tiene características propias, contar con imágenes no es lo mismo que contar con palabras. El cine enseña a ser muy consciente de los puntos de vista y de la estructura en un texto.
 
¿Qué tipo de correlaciones o correspondencias encuentras entre cine y periodismo?
Depende de a qué forma de periodismo te refieres. El cine documental es muy cercano al periodismo audiovisual (a veces es periodismo audiovisual). El cine de ficción se enfrenta a la realidad con estrategias muy distintas a las del periodismo, transformando la realidad al contarla.

Hay quienes consideran que el cine es un modo de expresión tan nuevo que, necesariamente, debe ser completamente diferente de la literatura. ¿Lo crees así? ¿Qué opinas?
No. Creo que son formas distintas de narrar la realidad o de contar historias. Igual que lo son la música, los chismes, la publicidad, por ejemplo.

Para escribir Tres ataúdes blancos, que es una novela cuyas imágenes resultan extremadamente cinematográficas ¿Qué recursos narrativos utilizaste y/o explotaste?
Sí, Tres ataúdes blancos incorpora algunas herramientas del cine. Me parece que es necesario leerla, dañaría la historia contando los trucos.  

¿Qué es la verdad o lo real en cine y en literatura? ¿Hay diferencias?
No, no hay diferencias.

¿Cómo crees que se puede –o debe- ejercer audiovisualmente la ficción literaria?
Con todas las herramientas que una historia específica pida. Para encontrarlas y saberlas usar se necesitan años de práctica (y nunca se deja de aprender).

¿Consideras que el cine es un producto estricto de la literatura o sólo una expresión de ella?
El cine es un arte independiente. A veces adapta textos literarios.

Para muchos el cine ha dejado de ser un arte y se ha convertido explícitamente en un espectáculo. ¿Algo así pasó alguna vez en la literatura o crees que pueda llegar a pasar?
Es muy difícil marcar los límites entre lo uno y lo otro. Las dos siempre han sido arte y espectáculo. El cine fue solamente espectáculo mucho antes de ser considerado un arte. La literatura tiene el deber de entretener. 

Fernando Vallejo asegura que el cine es un lenguaje muy menor al lado de la literatura, así como la literatura es infinitamente inferior a la música ¿Qué piensas de esta afirmación?
No necesariamente se puede poner un lenguaje por encima del otro. Se influencian mutuamente. El cine para mí ha sido tan importante como la literatura. La música me conmueve más.
  
La palabra es la unidad fundamental de la literatura y sin ella no habría cine. ¿Sin imagen (que es la unidad elemental del cine) crees que podría haber literatura? 
No, no podría haber.

Hay adaptaciones e inspiraciones de todo a todo: del teatro al teatro (Antígona de Sófocles y la versión diferenciada de Bertolt Brecht), de la poesía a la escultura (Las flores del mal de Baudelaire y El pensador de Rodin), de la música a la literatura (La consagración de la primavera de Igor Stravinsky y la novela homónima de Alejo Carpentier), de la literatura a la música (los amores de Paolo y Francesca de La Divina Comedia de Dante recreados en Francesca de Rimini de Tchaikowsky) de la arquitectura al cine (Metrópolis de Fritz Lang) y tal vez la más explotada de todas las adaptaciones entre otras muchísimas: de la literatura al cine (Muerte en Venecia de Tomas Mann recreada por Luchino Visconti) Con todo esto y en todos los sentidos y tránsitos omitidos más por espacio que por otra cosa ¿Consideras que existen las adaptaciones perfectas o fidedignas o más bien todo se reduce al universo de la inspiración? Y ¿los lenguajes, además de ser diferentes, pueden resultar incompatibles?
No me parece que haya lenguajes incompatibles, no. Alguna vez le preguntaron a Mick Jagger cuál era su mayor influencia y respondió: abro los ojos y estoy inspirado. Las adaptaciones nunca son una copia perfecta. Cada forma de arte tiene sus propias estrategias. Si una película intentara copiar las de la literatura, sería una película aburridísima.

Riccioto Canudo, es el responsable de que desde 1914 el cine sea considerado el Séptimo Arte cuando escribió su Manifiesto de las siete artes. Allí él abordó y definió al cine como una síntesis de las artes en donde se ve y se oye, y que con su capacidad de rememoración también hace posible que se huela, se deguste, se palpe y, en definitiva, se sienta. ¿Con respecto a la literatura y en general para con el mundo del arte, estás de acuerdo con esta afirmación o crees que las cosas han cambiado o nunca fueron así?
Estoy de acuerdo con esa afirmación acerca del cine. Como dije antes, cada forma de arte-entretenimiento tiene sus propias estrategias. Y todas las formas de arte-entretenimiento se influencian unas a otras.

El polifacético Howard Hawks dijo en alguna ocasión que para hacer cine hacen falta tres cosas: Una buena historia, una buena historia y una buena historia. ¿Se aplica para la creación literaria?
Estoy de acuerdo con Hawks, aunque hay productos audiovisuales del llamado ‘Cine-arte’ que son muy interesantes.

Cuéntanos un poco sobre el estado de la literatura y el cine en la Palestina actual.
Conozco poco del cine palestino. Palestina no es un país, es un territorio muy pobre ocupado por el ejército de Israel. En esas condiciones es muy difícil hacer cine. Hay una película muy interesante de hace diez años que se ganó una categoría importante en el festival de Cannes. Es sobre la realidad palestina y utiliza varios actores naturales. Se llama Ajami y es dirigida por Scandar Copti y Yaron Shani.

¿En cine: prefieres el formato argumental o el documental?
Los dos me interesan mucho.

¿En literatura: prefieres la ficción o la “no ficción”?
La ficción.

¿Si escribieras un guion sería argumental o documental?
Hay dos historias mías que están siendo adaptadas a el cine y la televisión. El libro Tres ataúdes blancos y el libro inédito El hijo. Estoy trabajando en un guion para televisión con una amiga guionista. No sabría cómo hacer el guion de un documental.

¿Qué película te habría gustado escribir y/o dirigir y en qué habría cambiado? ¿Por qué?
No veo cine como lo vería un productor, un director o un editor. No pienso cómo mejorarlo. Lo disfruto como un espectador.

¿Recuerdas especialmente alguna adaptación cinematográfica? 
El Padrino, de Mario Puzo, dirigido en cine por Coppola. Las uvas de la ira, de John Steinbeck, dirigida en cine por John Ford. 

¿Sigues el cine colombiano? ¿Qué piensas de lo cosechado en los últimos años?
He visto muy poco cine colombiano reciente. Me gustó El abrazo de la serpiente, de Ciro Guerra. 

Las tres películas colombianas que más te gustan.
Confesión a Laura. Tiempo de morir. La sombra del caminante.

Un puñado de películas y/o directores universales inolvidables para ti.
Abro los ojos y estoy inspirado, dijo Mick Jagger.


*Estudió Sociología en el Externado de Colombia y, posteriormente, una maestría en Sociología de la Cultura en alguna universidad argentina. Actualmente se desempeña como cronista para varios medios latinoamericanos y forma parte del consejo editorial de Revista LATE.

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