viernes, 29 de marzo de 2019

Agnès Varda: un cine sin techo ni ley

La cineasta francesa murió hoy viernes 29 de marzo. 

Este texto fue escrito para el catálogo del Festival de Cine de Santa Fe de Antioquia del año 2010, dedicado a la Nouvelle Vague francesa, un movimiento que ella anticipó pero que nunca la limitó. Varda hizo otras películas en los últimos años y se involucró en infinidad de proyectos que iban más allá del cine. Su inmensa obra es un legado de ternura, lucidez y libertad artística.

Con su primer largometraje, La Punta Corta (La Pointe Courte, 1955), Agnès Varda anticipó muchos de los temas y maneras que en la Nueva Ola encontrarían “definición” e “identidad”: la relación hombre-mujer en un periodo de intensas transformaciones y reacomodos, la inserción de un fuerte componente documental –o por lo menos de registro– en la narrativa de ficción y un cierto intelectualismo, que operaría en términos muy distintos al de la tradición de qualité denunciada por Truffaut en “Una cierta tendencia del cine francés”, su célebre artículo de los años cincuenta.

En La Pointe Courte, la relación de una pareja (Silvia Monfort y un imberbe Philippe Noiret) se resquebraja y se recompone frente al paisaje geográfico y moral de un pequeño pueblo de pescadores, y frente al público espectador. Varda, en su excepcional filme testimonio Las playas de Agnès (2008), asegura que en el momento de realizar su opera prima había visto muy pocas películas (aunque en La Pointe Courte hay el aliento de Rossellini en sus filmes con Ingrid Bergman). Lo suyo, el medio que había estudiado y en el cual buscaba expresarse inicialmente, era la fotografía, una vocación que nunca ha abandonado.

Pero la joven Varda era ya dueña –en el caso de que eso se pueda escoger– de una intensa curiosidad vital e intelectual, que desbordó completamente su pertenencia al gueto de la Nueva Ola. En los años sesenta la encontramos metida de lleno en el ambiente contracultural de California, filmando la lucha de las Panteras Negras o la naciente Cuba de Fidel o la resistencia contra la guerra de Vietnam, en cortometrajes llenos de la vibración del presente. 

Temas aparte, lo que destaca en Varda desde sus primeros trabajos es su anticipación de lo que en los últimos años se ha dado en llamar filme-ensayo  (una forma teorizada entre otros por Antonio Weinrichter y Arlindo Machado). Un tipo de película híbrida, libre y experimental, sin traumatismos a la hora de combinar géneros, formatos y técnicas –ficción, documental, animación, fotografía, etc- y sin falsos pudores para expresar una postura personal o hacer un guiño autobiográfico. Se trata, desde otra vertiente teórica, de lo que Bill Nichols definió en La representación de la realidad como filmes performativos.

“El filme performativo –escribe el colega ecuatoriano Christian León en su excelente blog Vía visual–, tiene un alto valor imaginario, testimonial y autobiográfico a partir del cual se filtran los hechos reales. Apela a libertades poéticas (flashbakcs, imágenes congeladas, planos fragmentarios, partituras musicales) y a formatos poco convencionales altamente subjetivados (el diario íntimo, la confesión, el testimonio). En este sentido se parece al cine experimental y de vanguardia, pero a diferencia de estos desconfía de la autonomía fílmica y plantea una reinserción de la obra en su contexto social y cultural”. Reflexión útil, aunque Varda está lejos de quedar atrapada en esa definición.

Al contrario, la obra de Varda, abundante como su curiosidad intelectual, se despliega en distintas vertientes, abriendo cauces nuevos en cada una de ellas. Lo ensayístico define no sólo sus filmes cortos “prototipos en los que hay que inventar al mismo tiempo la forma, que es única, y el tema que va a adoptar dicha forma una vez esté en sus redes, como si fuera un pez vivo” . Un temprano largo de ficción como Cleo de 5 a 7 (1962), es plenamente una película ensayística y plenamente un filme de la Nueva Ola, con un rodaje en exteriores fluido y ligero y una admirable capacidad para darle cuerpo al ethos de la época: es la crónica de un verano no menos etnográfica que la emprendida por Rouch y Morin, y filmada casi al mismo tiempo, aunque sin sus pretensiones vérité.

Su relación amorosa con Jacques Demy, el entrañable director de Los paraguas de Cherburgo, Las señoritas de Rochefort, Lola y Piel de asno, no parece afectar el personalísimo estilo de Varda, aunque años después ella se consagrará a filmar la infancia de Demy, mientras él agoniza de sida. El resultado: Jacquot de Nantes (1991).

La desolación, el enfado y el sentimiento irreparable de pérdida que le produce esta muerte sobrevuela el cine reciente de Varda. Pero en vez de blindarse en una subjetividad adolorida, su arte –y me refiero no sólo a sus películas sino a su ingente producción de instalaciones o de cine expandido- se abre al reconocimiento de nuevos vínculos sociales. 

En los sesenta Varda había celebrado la apuesta contracultural por un nuevo orden de relaciones –íntimas, políticas– que se planteaba de forma utópica. En los setenta luchó en la orilla del feminismo (su documental Respuesta de mujeres -1975- intenta una reinvención colectiva de lo femenino y de paso le planta cara a la sutil misoginia de la Nueva Ola) y firmó el célebre Manifiesto de las 343 putas, redactado por Simone de Beauvoir y con el apoyo de personalidades como Catherine Deneuve, Jeanne Moreau o Marguerite Duras, quienes reconocían haber tenido un aborto y estar listas para pelear por su causa en los estrados judiciales. 

En los ochenta denunció el brutal individualismo y el desconcierto de la nueva juventud en Sin techo ni ley (Sans toit ni loi, 1985) con una hermosísima Sandrine Bonnaire. En los últimos años anda a la caza de nuevas resistencias, justo aquellas que se dan en lugares inesperados como entre los recicladores de basura, descendientes modernos de los espigadores pintados por Millet, con los cuales filma Los espigadores y la espigadora (Les Glaneurs et la glaneuse, 2000).

Las playas de Agnès, su último filme hasta ahora,  no es un testamento doctrinario de Varda ni una biografía al uso, sino una soberana afirmación de libertad creativa, con sus puestas en escena, su investigación en la memoria, su frescura y espontaneidad. Allí vemos, como lo sugiere Hugo Chaparro Valderrama en el catálogo del Festival de Cine Francés que le rindió a Varda su homenaje de este 2010, a una niña de ochenta años de edad.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias y felicitaciones. PANTALLA COLOMBIA. La dictadura del narcotráfico instaurada en Colombia también tiene su cine. Cómplices del nuevo Estado Nacional Socialista. Artistas arrodillados a los poderes imperantes, vendiendo la patria, en los festivales internacionales del capitalismo donde Ciro Guerra se pone el sombrero de la complicidad con la Industria Fascista. Solo la historia dará cuenta de vuestra mentira. Y en la memoria de Glauber Rocha estará toda vuestra mentira que caerá. Si. Mientras la dictadura de Álvaro Uribe y la Mafia se prolonga. Todos ustedes. Cómplices del Asesinato de Jaime Garzón. En toda esta pantalla Colombia de mentira y en toda esta ignominia universal. Ilusos. Creyéndose muy geniales, cuando Colombia no ha dado un solo Genio en el Cine. Pero sigan, seguramente la Historia os absolverá. A ustedes, cómplices, dictadores del Arte. Víctor Gaviria, Luis Ospina. Drogadictos. Decadentes. Tontos e imbéciles. Que sabrán del Cine, de Godard, de Pasolini, de Herzog, de Ferrara. Que sabrán si solo viven de sus festivales donde se drogan y son el ejemplo de los jóvenes que siguen los pasos de la decadencia. Si, Cannes. Estrategias del poder, con Ciro Guerra ya instaurado y vendido a el infierno de Hollywood.

Gracias Oswaldo Osorio, Pedro Adrián Zuluaga, Orlando Mora, y todos los cómplices de la dictadura del narcotráfico. Lucrándose de la miseria y de las babas del estado mafioso.

Mauricio Carmona

MAURICIO CARMONA Respuesta a la coorporacion cinefilia de oropel dijo...

LA DRAMATURGIA NAZI

La dramaturgia Nazi es sencilla. Esta pobre gente no se ha enterado que el guión ha muerto.
Subsidiarios y esclavos de Aristóteles, los tres actos se presentan o se invierten,
siempre al servicio de la razón imperante, de la lógica, de una supuesta claridad. De aquello que siempre
será el facilismo de la mediocridad reinante. La hegemonía del poder siempre exige ser claros.
No oséis salirte de lo establecido. Os lo juro, será castigado, será marginado, será visto
por el mundo oficial, desde sus clasificaciones, como experimental, como video arte,
como video ensayo, como cine marginal.

Los dramaturgos Nazis, en la genealogía de Griffith, son el Nacimiento de la Nación
Hegemónica/Estados Unidos/Hollywood. Desconociendo la ruptura/Vertov. Si, dos caras opuestas.
Una al servicio del capital mercenario. La otra al servicio de La Revolución.

Imaginaos. El Nacimiento de la estructura heredera de Enseistein. En el montaje
intelectual. Y Vertov/cine ojo/Kino Glass. La cámara al servicio del instante maravilloso
en la fascinación del la idea engendrada desde la concepción del tema. Y el montaje/Eje vector
de la realización audiovisual. Paso quántico/Godard/el montaje/mi bella preocupación.

Pero el olvido se viste y hace un juego estupido en las llamadas creaciones audiovisuales, en la incapacidad
total de realizar un aporte novedoso al arte cinematográfico, y, perpetuando el fascismo narrativo,
desde las estructuras imperantes/guión/guión técnico/dramaturgia Nazi, vivir a merced del estado fascista.
Oh, esta pobre gente no se ha enterado que el guión ha muerto. Sostenido y erigido en las castas subsidiarias del estado, pervive,
se enquista, y es, portaestandarte, si tal palabra puede usarse, del fascismo mental. Es decir,
de la lógica y la razón/nuevamente Aristóteles.

Hasta cuando, queridos y supuestos escritores (dado que escribir guiones da status de escritor)
seguirán en la mentira rampante de mirarse al espejo y tragarse la saliva de la mentira para salir
al mundillo del arte sonriendo lo que nunca serán.

Primer acto/Érase una vez un hombre sentado frente a un papel que escribía el comienzo de una historia.
Este hombre era dramaturgo, algo mejor conocido en el mundo del cine como guionista. Pero este hombre
olvidaba a Bertolt Brech, a Beckett, a Artaud. Pero en sus ínfulas, este hombre creía ser genial,
y escribía el primer acto/ La Historia. Pero también olvidaba que para Godard y para Sartre, el Cine
es la Mejor Historia. No la historia y los tres actos, o el drama y en gag. No, La Historia de la
Humanidad, como el Arte/la verdad. Si. Verdad es belleza, belleza es verdad, esto es todo cuanto el hombre
sabe, cuanto el hombre necesita saber. Pero nuestro dramaturgo seguía en sus llantos, en sus lagrimas,
en sus romances pueriles, o en la supuesta historia nacional. Siempre abrevando en los temas
del día, o en novelas baratas al uso, o en cualquier anécdota o experiencia irrelevante de los eternos
y siempre experimentados dramaturgos del tedio.

Un acto solo/Este acto es el punto clave. El clímax. El orgasmo dramatúrgico. Es de vital
importancia en la cúspide del relato llegar al punto culmen. Así el dramaturgo atrapa a el espectador.
Porque hay que pensar en el espectador. De no hacerlo. El estado que ya pensó en el espectador, no
pensara a quién darle el dinero, para que entretenga bien al espectador. Es una dramaturgia circular.

(Mauricio Carmona)

MAURICIO CARMONA dijo...

Cordial saludo,

Estaré en periodo de receso laboral entre el 15 y el 17 de abril (18 y 19 del mes son días feriados en Colombia por Semana Santa). En caso de tener algún tema urgente por favor escribir a ncanaveral@mincultura.gov.co. De otra manera, atenderé sus comunicaciones a partir el 22 de abril.

Gracias




Segunda Respuesta a Yeny Alexandra Chaberra



LA BUROCRACIA CINETICA



Hola Yeny. Seguramente estaras descansando de tu arduo trabajo estatal, en las filas del gobierno

narcotraficante. Como tambien eres cinefila (Tu entiendes, el Pulp Movies de los independientes de

La Universidad de Antioquia, El Colombo Americano, en fin, en las instituciones imperantes). Que triste que no puedas responderme.

Seguramente estaras de vacaciones. Trabajandole al Netflix criollo, esa iniciativa tuya, o del dictador, instaurada para ser

ejecutada por sus vasallos. No tardes mucho en responderme, por favor. Se que eres una mujer sumamente intelectual, y

segurmente estaras leyendo El Pensamiento Politico de la Derecha de Simone de Beauvoir. Con los sobrantes de tu sueldo lo

puedes comprar. Espero te encuentres bien, recordando a tu amigo Wilson, el presentador de peliculas en los supuestos festivales de

cine de los antioquenos que no son Narcotraficantes pero se huelen toda la coca, y hacen cine, tu entiendes, es que los genios, Victor Gaviria el Animal...

Ojala descanses bastante, y eleves oraciones al santisimo dios del Estado, es decir, la iglesia catolica que ustedes sostienen,

el imperio norteamericano, y el Narcotrafico, el gobierno de Alvaro Uribe, Duque, Paola Holguin, Los Cossio, Ramos, Ortega, en fin, tu entiendes,

los Antioquenos jerarcas tienen sus eximios funcionarios de la Cultura Nazi/Pedro Adrian Zuluaga, Yeny Alexandra Chaverra, Oswaldo

Osorio, Juan Carlos Gonzalez, Orlando y Adriana Mora, Santiago Andres Gomez, Marta Ligia Parra, El Critico Rojas, El Critico Caicedo o Bernal, tal vez el

intelectual Sandro Romero. Y sus charlatanes cineastas predilectos/Victor Gaviria el Animal, el Fosil por exelencia. Adicto. Pero genial.

(Espere la segunda parte)

Anónimo dijo...

(TERCERA PARTE)


Y Venezuela (Los mismos negocios del imperio y el petroleo, pero muy enemigos) Pero eso no es cine. El cine es el vuelo del avion

que aterrizara en Mayo en Cannes. Mayo del 68? Que sabran de eso, ustedes, burocratas, senores, viejos. Seres que solo viven para el dinero.

pero se disfrazan en el arte, en el cine. Senora Yeny Alexandra Chaverra. Escupire sobre vuestras tumbas, me secare con la ausencia de sudor

de vuestra tecnocracia, y besare vuestras manos de muertos antes de irme del mundo. Porque Las Revoluciones son eternas. Y Colombia,

esta cansada de tanta Ignomina, de tanta mentira, de tanta complicidad. Porque ustedes, todos, cineastas, artistas, en fin, gente publica, son

los responsables, junto al poder, de la dictadura del Narcotrafico de Alvaro Uribe. Pero no hacen nada, teniendo la posibilidad,

teniendo los microfonos, los canales. Y no se dan cuenta, que Hitler hizo lo mismo. Farsantes, descarados, miserables. Poderoso caballero

es don Dinero. Los compra a todos. Nuevos Burgueses. Pero cuidado. Puede ser posible que el avion se caiga, y no lleguen a las

fiestas de Frac y Cocaina, y cine dictatorial y fascista. Pero reza, posiblemente pueda dios (esa miseria) concederte el privilegio

de ir a la cama con Ciro Guerra. Asi seras mas famosa. No importa que Pedro Adrian Zuluaga se haya enamorado tambien de el,

o que Ivan Gallo (el irreverente de pacotilla) diga que Ciro Guerra arrodillo a Cannes. Ah, si seran brutos. Y los llaman criticos, escritores, artistas,

y cineastas. Artistas y escritores del Nuevo Nazismo, nada mas. Yeny, para que te sirvio Pulp Movies. Aparentar, el fin de todo vanidoso.

(Espere la cuarta parte)

MAURIICIO CARMONA dijo...

(Como este sistema de comentarios limita la expresion, y sola da extencion a
tu palabra de senorito. Si gustas, busca todo el escrito completo, en la cadena correos que ahora ha llegado a tu emulo intelcual de aire, Oswaldo Osorio. O a tu jerarca y patron del narcotrafico filmico, Victor Gaviria)

Mauricio Carmona

Anónimo dijo...

Excelente, Mauricio.
Bien duro contra el establishment. Así debe ser!!