viernes, 11 de octubre de 2013

Amores peligrosos, o el manual para un cine traqueto

Y las madres, esposas y novias, las hermanas y las tías, la prima lejana y pobre, qué hacían mientras "sus" hombres acumulaban inciertos y fabulosos capitales, mientras llovía la plata como del cielo, mientras los costosos y extravagantes regalos iban y venían. Todos sospechamos qué. Y el cine, la literatura y la televisión, de a poco, han ido creando una representación de esa subcultura de la mujer dentro de la subcultura de la mafía en Colombia. Muñecas y burras, zungas y putas, zorras y perras. En la sola manera de nombrarlas se concreta de forma precisa y cruel la misoginia nacional o esa "axiología de la agresión" que empieza en el lenguaje y termina en los hechos.

Juanita Arias, la Sofía de Amores peligrosos. Foto: Christian Velásquez.
El propio Antonio Dorado, en El Rey (2004), que hoy tenemos que mirar como la primera parte de una trilogía sobre el narcotráfico en Cali y el Valle, había creado un personaje femenino fuerte y conmovedor, interpretado por Cristina Umaña. Con esos antecedentes y con la garantía que uno cree que supone tener en los créditos al escritor Umberto Valverde (1), quien conoce como pocos el mundo popular y la mafía en Cali, no eran pocas las expectativas frente a Amores peligrosos.

Y entonces arranca la película, muy arriba, como para advertirle al desprevenido espectador que esto no es cosa de niñas. De un incierto tiempo narrativo pasamos al presente del relato, con una Sofía agobiada por un inestable "profesor" de filosofía que está enamorado de ella, mientras ella quiere exprimir la vida al máximo entre las fiestas y el sexo; pareciera que la entrañabale heroina de Qué viva la música hubiese encarnado en la recta final de los ochenta dispuesta a completar su tarea de autoaniquilación. El contraste entre la cansada razón representada por el profesor y el éxtasis de la pura acción de estos "empresarios", se hace evidente, con la carga de autodesprecio que conlleva si uno se pone en el lugar desde el que narran Dorado y Valverde (es el intelectual fascinado con su sombra).

Y empieza también el didactismo. El ascenso y caída de Sofía (Juanita Arias) en las garras de la mafía a la que llega a través de un extranjero que la pretende y la introduce en el mundo de los nuevos dueños del poder mafioso, representado por una elegante pareja (Marlon Moreno y Kathy Sáenz), se nos cuenta en una espiral arrebatada que escasamente permite el desarrollo de personajes o la elaboración de algún tipo de reflexividad sobre lo que se está mostrando. Es adrenalina pura, por mucho que veamos a Sofía llorar soprendida por la violencia de este mundo del que sin embargo nunca quiere irse, al que se entrega con la docilidad de un animal sedado de camino al matadero.

Y no paran los lugares comunes. La reiterada y finalmente hueca metáfora de las ratas que tienen el poder de aparacer aquí y alla. Las canciones de salsa que todos nos sabemos. Los sitios de Cali de más fácil reconocimiento (no faltó ni el Teatro Municipal ni la asistencia de los personajes a él en una muestra palmaria de la evidencia de las citas cinéfilas). Los hechos históricos transmitidos por la televisión. La imposibilidad de dejar nada fuera de cuadro, salvo lo que importa (los resortes internos de este mundo, su trágica inevitabilidad). El apego al aspecto más exterior de géneros como el noir o los gángsters. La explícita referencia a La peste de Albert Camus, con su carga sobre la ciudad.Y, de adobo, las fantasías más elementales de un director y un guionista para darle forma y narratividad a un mundo que uno supone que conocen desde adentro. Entre estas el escarceo erótico entre Sofía y la esposa de Marlon Moreno. Una pura fantasía heterosexual. 

Amores peligrosos está lastrada por la falta de compromiso de un equipo con las necesidades de una historia, por la peligrosa tendencia que tiene el cine comercial colombiano a negociarlo todo, a venderle su alma al diablo. El propio Dorado le confiesa a Oswaldo Osorio, en una entrevista publicada en el boletín de www.cinefagos.net de esta semana.: "en el caso de El Rey me rodee de actores que tenían presencia en la televisión, y en esta sabía que necesitaba eso también, pero igualmente quería arriesgar con nuevos protagonistas. Entonces el asunto era concertar, pues necesito los nombres del star system de la televisión, porque es el universo del que tiene el gran público en Colombia (y por fortuna la película sale en un momento en que tanto Marlon Moreno como Kathy Sáenz tienen un lugar importante en la memoria del público)" (2).

Y así, el segundo largo de ficción de Dorado distribuye los imaginarios más simplistas sobre el mundo de la mafia y sus tentáculos. Por ejemplo, cuando el personaje de Kathy Sáenz le muestra su casa a Sofía, hay una penosa exhibición del mal gusto de los mafiosos, pero que es en todo extendidble al mal gusto con que se narra ese mundo. Hay aquí una simetría con El cartel de los sapos y su ostentación de las marcas de una gran producción. En aquella ocasión respecto al filme dirigido por Carlos Moreno, escribí que no era solo una película sobre mafiosos sino una película mafiosa. 

En términos de producción, Amores peligrosos es más modesta que la citada antecesora, pero hay una ansiedad notoria por hacerse entender. Y lo más probable es que esa compulsión aleje al espectador que ya entiende sin lograr captar al que no. La pregunta es qué tanto esta película, concebida como parte de un ambicioso tríptico cinematográfico, no termina reiterando la mirada que la televisión ha codificado sobre estos temas y personajes, con la ventaja a favor de la televisión de que esta la podemos ver en la comodidad de la casa, y sin pagar una boleta. 

Que nadie se queje entonces de que el público, en su sabiduría, le dé la espalda.

Como si no faltaran motivos para salir decepcionado de esta esperada película, el epílogo nos reserva un asombro final. La dedicatoria del filme "a Sofía y todas aquellas mujeres que sobrevivieron a la oscuridad". ¿Se supone entonces que la protagonista, que con sus decisiones contribuye a dejar un rastro de sangre, es un modelo a seguir? Viniendo de una película de hombres este gesto no puede entenderse más que como un remache de insulso paternalismo. 

Notas:

(1). Valverde participa en el guión de Amores peligrosos que a su vez se basa en un relato suyo, "La dura".
(2). Ver: http://www.cinefagos.net/

Ver trailer:



11 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Pedro, soy Isa. Me gusta tu artículo y estoy de acuerdo en todo. Menos en que culpes “al equipo“ de falta de compromiso. Resulta que nosotros trabajamos en el cine, porque nos gusta y porque es lo que sabemos hacer para vivir día día, así que nosotros no dictamos los lineamientos estéticos y narrativos de una producción cinematográfica. Entonces culpa a los que son, que son: producción y dirección, ellos deciden que película quieren hacer, qué historia quieren contar y cómo contarla...Nosotros los del equipo...poco podemos hacer...negarnos a trabajar, bueno, ojalá las pelis que a todos los intelectuales y críticos y a nosotros mismo gustan tanto dieran para vivir un año sin tener que hacer las otras...pero no es así. Así que al pan pan y al vino vino.

Pedro Adrián Zuluaga dijo...

Isa, yo creo que en la lectura de la reseña resulta claro quiénes son las personas del equipo que toman las decisiones "importantes". Justo en el mismo párrafo donde hablo de la falta de compromiso (que en realidad es falta de coherencia y de claridad) cito a Dorado con su respuesta a Oswaldo Osorio sobre cómo y por qué escogieron a Marlon Moreno y Kathy Sáenz.Entonces ya se imagina uno lo demás: cómo escogieron la música, las locaciones, etc. El resultado está a la vista.

Anónimo dijo...

Podés creer que sabía todo eso antes de verla, y no es que sea mago, es que vivo en Cali y más o menos intuyo los movimientos de la escena. Decime, sale Jovita?

Pedro Adrián Zuluaga dijo...

Jovita se salvó. Creo que no coincidía con la época.

Anónimo dijo...

LA PELICULA MAS MALA QUE HA EXISTIDO,COMO ES POSIBLE QUE MUESTREN SIEMPRE LO PEOR DE NUESTRO PAIS Y ADEMAS LO EXAGEREN CON ESCENAS TAN BAJAS Y TAN HORRIBLES.PERO QUE MAS SE PUEDE ESPERAR DE UN DIRECTOR QUE PONE COMO PROTAGONISTA QUE NO SABE NI HABLAR LE FALTA MUCHISIMO PARA QUE LA LLEGUEN A LLAMAR ACTRIZ.

Anónimo dijo...

La situación de Isa, es la situación de cientos de personas que laboran en las películas colombianas, sabiendo exactamente en qué tipo de película trabajan y que dicho proyecto puede ser visto por otro tanto de personas. Si no hay ninguna reflexión o mucho menos, incomodidad, de parte de ellos acerca de lo que el cine puede aportar o negar a una sociedad, pues empezando por ellos mismos, la situación nunca les cambiará. Ese "al pan, pan.." no es más que el credo del obediente, y por ende, de su descendencia, que le seguirá haciendo eco por siempre. La formación de un técnico/a no tiene porque estar limitada solamente a esa pequeña parte del proceso. "Es así, porque es así", no puede seguir siendo una respuesta válida.

Anónimo dijo...

Deacuerdo con la cr´´itica 100% y como se nota que el anónimo que aportó su coherentísima opinión "La formación de un técnico/a no tiene porque estar limitada solamente a esa pequeña parte del proceso" NUNCA HA TRABAJADO EN CINE.
Cuándo se les acabará la pila pa hablar de lo que no saben.

Anónimo dijo...

Cuando alguien dice "Ud nunca ha trabajado en cine" o "Ud no sabe lo que es el cine", se nota que carga a cuestas con una definición rígida de "cine" de la que al parecer no puede ya escapar ni cuestionar. Es otro ejemplo de "Es así, porque es así". Y más grave: todo indicaría que "si ese que opina diferente, llegara a trabajar en cine, también tendría que adoptar la misma idea rígida/resignada, porque el medio es y será así para siempre".
En vez de tanto trabajo mecánico, trasnocho y sueldo ínfimo por terminar películas ajenas y lamentables, deberían buscar trabajos donde su pasión por repetir sea mejor recompensada, moral y económicamente.

Anónimo dijo...

http://www.elnuevosiglo.com.co/articulos/10-2013-criticar-al-cine-colombiano-sin-verlo.html#comment-3814

Anónimo dijo...

QUE ASQUEROSIDAD Y QUE PUTA PELÍCULA TAN MALA QUE COCHINADA ESA ACTRIZ DEBERÍA ESTAR ES EN UN PROSTÍBULO PORQUE DE ACTRIZ NO TIENE NADA

Anónimo dijo...

Tanta chachara para decir tan poco.
No tiene sentido traer palabras como "didactismo" o comparaciones con el existencialismo en el contexto de hacer una critica de cine en nuestro pais.
Mas aun en este tipo de pelicula.
En que pais cree que estamos?
Deje eso para cahiers du cinema o sight and sound.
Pedro ud de lejos se le nota que tiene una buena educacion y lo felicito pero aqui no se trata de descrestar a nadie. Esta escribiendo en su propio blog en un pais poco cinefilo. Acaso no le interesa llegarle mas a la gente?
Ponga su granito de arena y ayude a que no sea el paseo y sus wannabes la unica forma de hacer una taquilla significativa en colombia.
No sea elitista. Desde lejos se huele el intelectualismo burgues.
Sea economico en su semantica. No hable de ideas, de conceptos preconcebidos en su mente porque el cine no es intelectual, mas de sentimientos.
Lo digo no solamente por esta critica sino por varias que he leido. Siempre me dan la impresion que Ud ni ha visto ni mucho menos sentido las peliculas.
No piense tanto y ponga su mente en servicio de sentimientos yemociones en vez de tratar tan obviamente a descrestarnos con un intelectualismo pasado de moda yfuera de contexto en un pais como el nuestro.