En la página del Ministerio se puede leer un sucinto informe del acto:
Llama la atención los cruces de estos ejes con el trabajo propio de otros ministerios. Si el Ministerio de Cultura actual tiene tan poca identidad, ¿por qué no se plantea entonces una fusión con otras carteras como la de Comunicaciones (ahora Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones-TIC) y el Ministerio de Educación? ¿Cuánto dinero pierde el Estado -y perdemos todos- en iniciativas aisladas que desconocen la compleja interacción actual entre cultura, educación, información y entretenimiento?
Me anticipo a la obvia respuesta sobre que sí existen vinculaciones, proyectos e integraciones interministeriales. ¿Pero no sería todo más expedito y eficaz con una sola cartera? Obviamente, en un país improductivo, donde la ineficiencia es normativa y con una amplia población que medra en la burocracia, una iniciativa como esta no tiene futuro político. Pero eso no quiere decir que no se deba siquiera imaginar. Voces tan influyentes como la de García Márquez, en el pasado se pronunciaron en el mismo sentido, y en un escenario incluso menos propicio.
"El Ministerio de Cultura es como las joyas, pequeño pero muy importante", dijo el presidente Santos en el acto, según informó El Espectador:
Pero luce como una joya muy poco brillante y aquilatada.
Ver documento donde se detallan las acciones que el Ministerio implementará para cumplir sus objetivos:
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