Tanto los jurados internacionales como la Academia Colombiana de Artes y Ciencias Cinematográficas han desconocido el valor de una película como El vuelco del cangrejo (coherente como propuesta estética, sin cabos sueltos en su narración pero a la vez audaz, desafiante con el público y políticamente inteligente) en la reciente entrega de los Premios Macondo.
En el caso de la Academia se cumple la lógica de una premiación industrial y estandarizada, que suele reemplazar los "favoritismos repelentes" por criterios políticos y de compensación, donde todos tienen un poquito del ponqué pero siempre resulta previsible quien se lleva la mejor parte.
Más decepcionante es el comportamiento de los jurados internacionales (Claudia Llosa, Manuel Pérez Estremera y Diego Dubcovsky), que premian una película como Retratos en un mar de mentiras con el Premio Nacional de Largometraje. Retratos es una película que grita, en donde El vuelco del cangrejo apenas susurra.
La opera prima de Carlos "El Negro" Gaviria estalla por doquier en lugares comunes, en chistes fáciles, en una representación esquemática de buenos y malos que simplifica la complejidad del conflicto colombiano que le sirve de tema. Tiene virtudes pero son avasalladas por las concesiones: al público, al espectador extranjero, al artista en su papel de juez.
Probablemente en la mirada al cine colombiano, los espectadores extranjeros aún se muevan en unos pocos tópicos esencialistas sobre lo que somos como país, que Retratos en un mar de mentiras satisface plenamente.Entretanto los espectadores colombianos, quizá buscan afanosamente un cine que los aleje de una cuadrícula para situarse en otra. Los viajes del viento es una película con interés cinematográfico, pero demasiado fría y calculada, una película transicional antes de tiempo. Es entendible que la Academia colombiana la premie, como reflejo de un país que quiere salir de su historia reciente sin asumir las consecuencias.
Ver la lista de premiados y otras notas sobre los Macondo y el cine colombiano en:
http://bogota.vive.in/cine/bogota/articulos_cine/octubre2010/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR_VIVEIN-8172721.html
Una de las delicias de la crítica cinematográfica es la diversidad de criterios y gustos que la componen. A diferencia de lo escrito por Pedro Adrián, que respeto mucho en sus otras opiniones, por lo menos en los Premios Macondo está más perdido que el personaje principal de El Vuelco del Cangrejo y nunca encontrará la lancha para salir de ese pueblito. Para mi gusto, los premios estaban perfectos en todo sentido, menos el de mejor sonido para El Vuelco del Cangrejo, que ni siquiera me dí cuenta si tenía buen o mal sonido porque me pareció una de las películas más lentas y aburridas que he sufrido últimamente. Con razón que al público no le interesó para nada y si no fuera por dos personas que entraron 10 minutos después de empezada la función, me hubiera tocado verla solo en la única función que estaban dando ese día en el cinema de la Avenida de Chile, clara indicación del poco interés que despierta este tipo de cine.
ResponderEliminar"yo de acuerdo... El Vuelco del Cangrejo es una joya... de lo mejor que podra dar el cine colombiano en mucho tiempo... por lo personal, colombiana y universal que resulta al mismo tiempo... cortazar decia o dijo que los grandes relatos contiene todo el universo... por eso, che, son clasicos. Y yo estoy de acuerdo.
ResponderEliminar¿que es aburridora, lenta... etc etc...?
¿quien fue el que dijo que el cine tiene que ser un circo de entretenido y chistoso...? Yo no sé quien fue el que estableció... Ademas el sabor que deja esa pelicula al final da para muchos repasos, todavia me la estoy saboreando pues.
el relato, ademas, logra el ritmo (lo llaman tempo los puristas), de la vida en la costa pacifica... y eso han logrado muy poquitas peliculas... sobre todo esas que son tan entretenidas... ademas el manejo tan clasico pero sutil que hace de los elementos es admirable... lo que los profesores llamaran el manejo del mito.
el agua como principio y cura, no hay como contradecirlo...
ojala nos den mas peliculas así, claro, tambien con otros ritmos y contextos..."
"la verdad me gustaron mucho las dos, Retratos y El vuelco... y también La sociedad del semáforo... cada una responde a un propuesta muy diferente, la única forma de compararlas sería bajo el criterio de "lo nacional" ... y ese es tema de disertación!"
ResponderEliminarcompletamente de acuerdo con Pedro. El vuelco del cangrejo es tal vez la película colombiana más atrevida y valiente desde Rodrigo D. Sin concesiones morales y de una inteligente altanería frente a los convencionalismos narrativos, la película reta no sólo el sospechoso talento de los anacrónicos directores de la vieja guardia que como Luzardo regresan al siglo XXI con esa especie de apoplejía estética que es "la ministra inmoral", sino también la torpeza e ingenuidad dramática de un jorge navas con ese efluvio adolescente que es "La Sangre y la Lluvia".
ResponderEliminarCuando la crítica y los jurados dejen de equilibrar las exigencias comerciales con la felicidad del público y los escrúpulos formales, y se atrevan, en gestos osados y creativos, a premiar el cine que complejiza el mundo, seremos dignos todos los espectadores, aunque sea poco a poco, de habitarlo con inmenso placer. El placer del que solo saben los que encuentran genuinos rastros de humanidad en las cosas sencillas.
El Vuelco no pasa de ser un soye bacano para el director y sus amigos; la verdad no encuentro en la película nada de lo que encuentro aquí reseñado, más bien un poco de tedio, no por lo que se dice del cine como espectáculo sino porque el pajazo que se hecha es bien discutible. Me parece que ese cuento de la propuesta valiente no es más que la falta de argumentos para hacer de la película algo más real y significativo.
ResponderEliminarAnónimo 1
ResponderEliminarTodas las películas, de entrada, en su elaboración deben ser un soye para el director y sus amigos, de lo contrario es imposible mamarse la dureza de las jornadas laborales del hacer una película.
Si te pareció aburrida, normal, todo va en gustos, a mi me aburre Tarantino.
Y claro, que en un país acostumbrado a vivir al límite, hacer una peli aburrida es una apuesta valiente.